El colágeno es una proteína que juega un papel crucial en la estructura y elasticidad de nuestra piel, huesos, tendones y ligamentos. A medida que envejecemos, nuestra producción de colágeno disminuye naturalmente, lo que provoca signos visibles de envejecimiento, como arrugas y flacidez de la piel. Pero, ¿cuánto colágeno tenemos realmente en las diferentes etapas de la vida?
Infancia y niñez
Al nacer, los bebés tienen altos niveles de colágeno, lo que contribuye a su piel suave y tersa. A medida que crecen, la producción de colágeno se mantiene alta, lo que ayuda al crecimiento y desarrollo.
Adolescencia y adultez temprana
Durante la adolescencia y la edad adulta temprana, los niveles de colágeno están en su punto máximo. Esto es cuando la piel está firme, suave y elástica, y las lesiones sanan rápidamente debido a la abundancia de colágeno en el cuerpo.
Edad adulta
A medida que llegamos a los 30, la producción de colágeno comienza a disminuir aproximadamente un 1% por año. Esta disminución gradual conduce a los primeros signos de envejecimiento, como líneas finas y arrugas. A la edad de 40 años, los niveles de colágeno han disminuido significativamente, lo que resulta en signos de envejecimiento más visibles.
Últimos años
Cuando llegamos a la tercera edad, generalmente a los 60 años o más, los niveles de colágeno han disminuido aún más. Esto puede provocar arrugas más pronunciadas, flacidez de la piel y dolor en las articulaciones debido a la disminución del colágeno en los huesos y los cartílagos.
Si bien el envejecimiento es un proceso natural que afecta los niveles de colágeno, existen formas de apoyar la producción de colágeno a través de una dieta saludable, una hidratación adecuada y productos para el cuidado de la piel que promuevan la síntesis de colágeno. Consultar con un proveedor de atención médica o un dermatólogo también puede brindar recomendaciones personalizadas para mantener niveles saludables de colágeno a medida que envejece.